1979, Cádiz.
Juan Miguel Quiñones es un artista autodidacta. Su enfoque, siguiendo la influencia de Claes Oldenburg, radica en la representación de objetos cotidianos como símbolos de nuestra época, despojándolos de sus funciones y connotaciones habituales, infundiéndoles siempre el sentido del humor gaditano que le caracteriza. El formato, los materiales y la transformación de la materia son aspectos intrínsecos a su estilo. Tras explorar múltiples estilos y técnicas de escultura en piedra, el artista ha trascendido la técnica renacentista florentina conocida como piedra dura, que consiste en incrustar piedras semipreciosas en el mármol. Adscrito a esta metodología, Quiñones reinterpreta la cantería con un enfoque contemporáneo. 

El juego de colores hace que el trabajo se acerque a la realidad. Helados, tablas de bodyboard y quillas de surf emergen de la piedra para transmitir una ironía que le recuerda a su infancia, cuando su madre les aconsejaba a él y a sus tres hermanos: “no juguéis con la comida”. Hoy, desde la sátira, Quiñones vuelve a interactuar con estos elementos: la comida, el juego y la piedra.